La iglesia católica vendió su identidad y su doctrina por los propósitos políticos.
- APCJ
- 21 feb
- 6 Min. de lectura
¿No le llama a usted la atención que, mientras el Papa Francisco promueve
fronteras abiertas para los inmigrantes, se multe con diez a veinticinco mil
dólares además de prisión de 1 a 4 años y prohibición de ingreso durante 15
años a quien ose entrar ilegalmente a la Ciudad del Vaticano? No es poca
cosa señalarlo. Dejemos la hipocresía, por favor.
Por Consuelo Sáenz.
El Papa Francisco ha decidido contraatacar al gobierno del presidente de los
Estados Unidos Donald J. Trump haciendo un llamado a los obispos de protestar
contra las medidas impuestas por el mandatario.
A través de una carta publicada el 10 de febrero del presente año: CARTA DEL
SANTO PADRE FRANCISCO A LOS OBISPOS DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
AMÉRICA. Pidió la protección de los migrantes y refugiados y condenó las
deportaciones masivas.
El Santo Padre ha encontrado eco en aquellos católicos trasnochados que,
presumiendo de conocedores, arrojan al mundo la falsa dóctrina catolica cuando
aseguran que “la Sagrada Familia de Nazareth fue inmigrante” por ejemplo, nada
más lejos de la realidad. Tampoco es un mandato cristiano que los países deban
abrir sus fronteras para cuaquier inmigrante. A continuación, tómese un largo
respiro porque me propongo destacar algunos puntos errados que trata de
imponer al mundo la visión de Francisco con su Carta a los Obispos de Estados
Unidos.
Ordo Amoris o La jerarquía del amor
La caridad tiene un orden: Ordo Amoris. Primero la familia, después la comunidad
y por último el mundo. Esa jerarquía no es arbitraria ni egoísta sino que
corresponde a la naturaleza misma del ser humano.
Santo Tomás de Aquino explica en la Suma Teologica segunda secunde 25,
articulo 2, que la caridad debe empezar por los más cercanos:
“No tendría sentido que un padre descuidara a sus hijos por ayudar a
desconocidos o que un gobernante arruine a su pueblo en nombre de la filantropía
por ayudar al resto del mundo”.
La caridad bien entendida no es renunciar a ayudar a otros sino a saber a quién
corresponde ayudar primero.
En 1 Carta a Timoteo 5-8 San Pablo dice:
“Quien no se preocupa de los suyos, especialmente de los de su casa, ha
renegado de la fe y es peor que el que no cree”.
El Papa Francisco también enfrenta al Vicepresidente JD Vance quien citó,
precisamente, el Ordo Amoris para justificar las políticas migratorias de Trump:
“Las obligaciones morales deben priorizar a la familia, luego a la comunidad y al
propio país antes que a los extranjeros”.
JD VANCE en ningún momento niega la dignidad de los inmigrantes, él sostiene
que existe una responsabilidad de uno mismo hacia nuestra familia: “aunque el
ladron que entra a mi casa a robar y mi familia tengan la misma dignidad, yo tengo
la obligación de defender primero a los míos.
Fronteras abiertas ¿para cualquiera?
La jerarquía vaticana y la mayoría de los obispos de Estados Unidos han tomado
posiciones contra Trump calificando de “Vergüenza” los planes de deportación
masiva. Enseñando –y asegurando- que la enseñanza católica exige que estén las
fronteras abiertas a los migrantes, lo cual, no es cierto.
Propongo que se tome en serio mi pregunta, estimado lector, y responda
analíticamente a quiénes está deportando el presidente Trump. ¿Está deportando
a todos los inmigrantes o solo a unos en específico? La administración Trump ha
priorizado la deportación de inmigrantes inocumentados con antecedentes
penales y criminales de los cuales se estima que hay al menos cuatrocientos
veinticinco mil clasificados como delincuentes por el Sistema Federal Judicial de
los Estados Unidos.
Seamos realistas, es imposible para el gobierno de los Estados Unidos expulsar a
los 11 millones de indocumentados. Básicamente por algunas razones que llevaría
más de tres años hacerlo y tendría un costo privitivo por los procesos de apelación que complicarían el tema, además porque el producto interno bruto bajaría entre un 4.2% y un 6.8%
Se especula que la administración podría llegar a expulsar a millón y medio de
inmigrantes, sobre todo a los que ya tienen ódenes de deportación.
¿INMIGRANTES ILEGALES O INMIGRANTES IRREGULARES?
“Todos los inmigrantes ilegales son criminales porque violaron ilegalmente
las leyes de nuestra nación”. Karoline Leavitt
El Papa Francisco rechaza la idea de relacionar al migrante con la palabra
“criminal”.
Bien, según la policía del pensamiento y de lo políticamente correcto, se nos
prohibe decir “inmigrante ilegal”, sin embargo, si desglosamos cada palabra en su
definición, nos damos cuenta de que los conceptos son muy similares.
Así por ejemplo, La Real Academia define la palabra “Irregular” como: estar fuera
de regla. Contrario a la regla. A “Crimen” lo define como: delito grave. Acción
indebida o reprensible. Mientras a la palabra “Ilegal” como: contrario a la ley.
La diferencia entre inmigrante e ilegal radica en que el inmigrante es una persona
que se traslada a un país distinto al de su nacionalidad. Mientras que un ilegal se
refiere a cometer diversos delitos.
La palabra “Delito” significa: acción u omisión voluntaria o imprudente castigada o penada por las leyes.
La definición que nos proponen sería “inmigrante irregular”. Aunque, decir
“inmigrante ilegal” no está propiamente fuera del orden de los conceptos del
campo semantico que la Real Academia define, puesto que un inmigrante ha
violado las leyes impuestas por un país, y eso se define como delito.
La iglesia vendió su identidad y su doctrina por los propósitos
políticos
Trump congeló los contratos de USAID (Agencia de Estados Unidos para el
Desarrollo internacional), creada en 1961. La agencia fue responsable de la ayuda
y el desarrollo de países de importancia estratégica o en conflicto y operó en 120
naciones. Se puso al descubierto que se financió del dinero de los contribuyentes
a instituciones y ONGs cuyas causas convinieran al partido demócrata y a los
globalistas precursores del wokismo (amplio tema que merece un articulo aparte).
Lo inaudito es que la iglesia católica recibiera subvenciones por difundir apoyo a la inmigración masiva. No, no lo confunda con caridad sino pura y llanamente por
apoyo a los planes del gobierno demócrata de Joe Biden..
Lo datos nos indican que durante la administración de Biden la iglesia católica
recibió un total de 2400 millones de dólares en pagos federales para facilitar la
acogida de inmigrantes. En contraste, contra la primera administración de Trump
2017-2021 la iglesia recibió solo 384 millones de dólares, perdiendo más de 2000
millones de dólares con Trump. Además, debemos de reconocerlo, la posición de
la iglesia respecto a las migraciones es una posición política y populista.
La pregunta del millón: ¿Podrían esas oposiciones estar motivadas por las
seguras pérdidas financieras de miles de millones de dólares que la iglesia podría
afrontar bajo las políticas migratorias de Trump?
Conclusiones
Juan XXIII reconoció el derecho que tienen las naciones a defender sus fronteras.
También, en 1996 el Papa Juan Pablo II durante su disurso en la pontificia
Academia de Ciencias Sociales dijo “Los estados tienen derecho de regular los
flujos migratorios y de defender sus fronteras siempre respetando la dignidad de la persona humana y los principios de solidaridad”.
Por lo tanto, quien desee entrar a los Estados Unidos deberá hacerlo siguiendo las
normas que regula el país.
El mismo Papa Francisco en 2018, con su mensaje durante la Jornada del
Migrante y del Refugiado, en ese entonces reconoció que los gobernantes deben
acoger a aquellos inmigrantes que tienen posibilidad de ser integrados.
Recordemos que integrarse a un país extranjero significa ejercitar
voluntariamente la disposición a adaptarse compartiendo los valores y costumbres de esa cultura que se encuentra en un país extranjero.
En 1996 el Papa Juan Pablo II durante su disurso en la Pontificia Academia de
Ciencias Sociales reconoció el derecho que tienen los estados de regular los flujos
migratorios y de defender sus fronteras siempre respetando la dignidad de la
persona humana y los principios de solidaridad.
Repito: quien desee entrar a los Estados Unidos o a cualquier otro país, deberá
hacerlo siguiendo las normas que regula dicha nación.
Cuando la Sagrada Familia se refugió en Egipto debido a la persecusión de
Herodes para matar al niño Jesús, Egipto es parte del Imperio Romano. Claro, es
una migración porque se trasladan de un lugar a otro pero de ninguna manera
violaron la entrada de un territorio extranjero. ¡Solo eso faltaba, suponer que la
sagrada Familia de Nazareth cometiera actos ilícitos!
¿No le llama a usted la atención que, mientras el Papa Francisco promueve
fronteras abiertas para los migrantes, se multe con diez a veinticinco mil dólares
además de prisión de 1 a 4 años y prohibición de ingreso durante 15 años a quien
ose entrar ilegalmente a la Ciudad del Vaticano? No es poca cosa señalarlo.
Dejemos la hipocresía, por favor.
Dios nos permite tener algunas victorias y hay que saber aprovecharlas. El
gobierno de Trump no es perfecto, ninguno lo es, nadie lo somos. Sin embargo,
existen principios no negociables: la dignidad humana, el derecho a la vida, el
bienestar de la familia, el derecho de los padres de educar a sus hijos, el amor a
la patria, nuestro derecho a conservar los usos y costumbres que hacen única
una cultura y a una nación, y sobre todo, el amor a Dios y obediencia a sus
mandatos por sobre todas las cosas. Estar en contra de la colonización ideológica,
sin duda, un duro golpe contra el globalismo.
REFERENCIAS
CARTA DEL SANTO PADRE A LOS OBISPOS DE ESTADOS UNIDOS
CARTA ENCICLICA DE SU SANTIDAD JUAN XXIII: PACEM IN TERRIS
MENSAJE DEL SANTO PADRE JUANPABLO II A LOS MIEMBROS DE LA
ACADEMIA PONTIFICIA DE CIENCIAS
MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL
DEL MIGRANTE Y DEL REFUGIADO
EL PAPA FRANCISCO Y EL VICEPRESIDENTE JD VANCE CHOCAN POR EL
“ORDO AMORIS”
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