Por: Armando Ojeda
En 1591 San Camilo de Lellis fundó a la congregación de los Hermanos Ministros de los Enfermos y Mártires de la Caridad y los envió a los campos de batalla. De esta idea, nace 260 años antes del nacimiento de la Cruz Roja Internacional, la “cruz roja” de los hábitos de los hijos de San Camilo brilló en los campos de batalla como signo de fraternidad.
La Cruz Roja nace por la iniciativa del banquero suizo Henry Dunant (1828-1910), mientras estaba dedicado a sus negocios en Argelia, viajó al norte de Italia muy cerca de Solferino (Italia), el mismo día en que allí se enfrentaban los ejércitos austriacos, francés y piamontés. El escenario de la batalla del 24 de junio de 1859 no pudo ser más desolador para Dunant, en el campo yacían 40 000 hombres prácticamente abandonados a su suerte. Dunant vio cómo morían los heridos sin asistencia y, ayudado por gente de los pueblos cercanos, se dedicó a socorrerlos: convenció a la
población local para que atendiese a los heridos, sin fijarse en qué bando del conflicto estaban, usando el lema Tutti fratelli (Todos hermanos) acuñado por las mujeres de la cercana ciudad de Castiglione dello Stiviere (Provincia de Mantua). Años después escribió un libro titulado “Un recuerdo de Solferino”, donde plantea la idea de lo que serán las futuras sociedades de la Cruz Roja. En su libro plasma su objetivo esencial: “cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio
de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente calificados para su trabajo”.
Su idea la recogieron cuatro miembros de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública que, junto con él, impulsaron el proyecto hasta la constitución formal el 18 de febrero de 1863 del Comité Internacional de la Cruz Roja.
En 1898 el presidente Porfirio Díaz recibe, una Carta de la Cruz Roja Española solicitando información acerca de los servicios de ambulancia existentes en el país y su relación con la Unidad Sanitaria del Ejército Mexicano en caso de conflicto armado, de conformidad con lo establecido por el Convenio de Ginebra firmado en 1864. Hubo que esperar hasta 1907 para que México se adhiera a la Convención de Ginebra y con la propuesta de la Sra. Luz González Cosío de crear laCruz Roja Mexicana.
La tromba de agosto de 1909, en la ciudad de Monterrey afectó a más del 50% de la población, con un gran número de víctimas y damnificados. Dicho acontecimiento aceleró la creación definitiva de la Cruz Roja Mexicana. Los esfuerzos de los primeros voluntarios, y particularmente el empeño de la Sra. Luz González Cosío de López se vieron coronados cuando se expide el Decreto Presidencial No. 401 con fecha del 21 de febrero de 1910, en que se le da reconocimiento oficial a la Cruz Roja Mexicana. Para 1911 es enviada a Ciudad Juarez una brigada de la Cruz Roja para auxiliar a los combatientes de la Revolución Mexicana. Posteriormente apoyaron a los heridos de
la invasión norteamericana a Veracruz, los brotes epidémicos de tifoidea y de influenza española, los terremotos de 1912 y 1919, entre otras muchas intervenciones.
La delegación de la Cruz Roja se instaló en Ciudad Juárez en julio de 1942 y el puesto de auxilio se inauguró el 21 de marzo de 1943, siendo Presidente Municipal, Antonio J Bermúdez, quien facilitó la ambulancia y las instalaciones donde queda establecida la Cruz Roja.
Para la actual directora, Licenciada Norma Domínguez, “la Cruz Roja está vinculada al voluntariado donde sus principales actividades se vinculan a servicios y programas de protección social y sanitaria; prestación de servicios médicos, entre otras actividades”.
Merecido reconocimiento y celebración para una Fraternal Organización.
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