Fotografía y texto por Armando Ojeda.
La espiral de humo negro alerto a los vecinos. El grito de “se está quemando una casa”, fue suficiente para abandonar la tarea iniciada.
La cámara fue tomada aprisa. El humo indicaba perfectamente el lugar del siniestro. El traslado fue inmediato al lugar del incendio. Deje el carro a una prudente distancia y me acerque al lugar. Una señora mayor salió alarmada de la casa vecina, le pedí que se pusiera algo que la abrigara y llamará a un familiar.
La escena dantesca empezaba a tomar forma de destrucción.
Las patrullas llegaron y acordaron las calles aledañas. No podían hacer más.
Un joven llamó mi atención de inmediato. Su rostro no daba crédito a lo sucedido.
Le pregunte que si estaba bien. Contestó con un sí dubitativo.
Me dijo que recién llegaba a su casa y al entrar vio el fuego, intentó apagarlo, pero no fue posible. Así que tuvo que salir de su casa.
La quemadura en su mano y su ropa era visible, pero él no se había percatado de ello.
En un abrir y cerrar de ojos, el lugar se llenó de espectadores. Algunos intentaron apagar las llamas con botes de agua, pero era una tarea imposible.
Los minutos se empezaron a hacer eternos, esperando la llegada de los bomberos.
Una vaga esperanza se dio cuando se escuchó la sirena. Llego una primera máquina. Con rapidez iniciaron una serie de procedimientos que da la práctica y la experiencia.
Se preparaban para combatir el fuego. Con arrojo, un primer bombero entro a la casa en llamas. Un trabajo coordinado iba sofocando el fuego.
Un humo blanco lleno el ambiente.
Nadie de los presentes sentía el frío del día.
Un bombero salió cargando un pequeño perro que temblaba ante el infierno que lo sorprendió. Su dueño al verlo se acercó para llevarlo a un improvisado refugio.
La llegada de otra máquina completo la tarea.
Ante la mirada de todos, el combate había concluido.
Quedaron en el interior cenizas de una casa devorada por un incendio que se desconoce cómo inicio.
Queda la estructura de un hogar y la imperiosa necesidad de volver a reiniciar un sueño ya alcanzado: una casa construida.
Comments